Uno más uno suman más que dos
Es un domingo cualquiera por la tarde, estás cómodamente tirado en el sofá de casa, viendo una peli mala, tapado con una manta y con una taza de café caliente en la mano. De repente, suena el teléfono y una voz desconocida te dice: “Escoge a un compañero entre las personas que conoces. Juntos tendréis que superar un reto que no te revelaré hasta que no hayas escogido a tu acompañante. Si lo resolvéis, ganáis 20 millones, pero si falláis, el castigo es la muerte (para nada nos hemos visto el último bombazo de Netflix).
Inmediatamente empezarían a pasar por tu mente infinidad de personas, que irías descartando o pasando a la siguiente ronda en función de lo que pudieran aportar. Cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles. Al final, seguramente, no escogerías al más rápido, ni al más listo tampoco, sino un candidato integral y con el que sepas que puedes trabajar bien, pues no sabes a lo que te vas a tener que enfrentar.
Pero, ¿y si esa voz misteriosa no te pide que escojas un único compañero, sino un equipo de cinco personas? ¿Seguirías escogiendo a los cinco más completos? Aquí hay más margen para escoger a los mejores en las competencias que consideres clave, y entre todos crear un equipo todoterreno, consiguiendo:
- Expandir el abanico de retos al que puedes hacer frente
- Crear una visión que sea la suma de todos, y no conformarse con una que sea impuesta.
Necesitamos a los demás para alcanzar las cotas más altas de rendimiento. Hay empresas que han sabido capitalizar el poder de las sinergias. Kosmos, la compañía comandada por Gerard Piqué pone el foco en “Merging sports, media and entertainment innovation”. La empresa de Piqué ha invertido en proyectos que retan el statu quo, colaborando con figuras como Ibai Llanos para darle una vuelta al periodismo deportivo tradicional.
La experiencia de Piqué en el mundo del deporte junto al talento de Ibai a la hora de generar contenido y conectar con la GenZ, ha traído innovación a un sector que necesitaba un lavado de cara. En equipo, uno más uno suma más que dos.
Y es precisamente el equipo uno de los valores principales en Igeneris. En el tiempo que hemos estado los tres aquí hemos vivido en primera persona la importancia que se le da a la hora de plantear y desarrollar los proyectos. Afrontar un problema desde distintos ángulos deriva en una mejor solución.
Para ello, hemos aprendido a robar “cinco minutitos” a cada miembro del equipo para que nos contaran qué hacían en cada proyecto, y sacar aprendizajes en todo. Hemos pedido que nos reten las ideas una y otra vez hasta que caían por lógica o volvían reforzadas. Porque cada miembro de Igeneris aporta su visión distinta al resto a la hora de crear hoy futuros diferentes.
Quienes escribimos esto somos estudiantes de negocio, de ingeniería y de comunicación. A Jaime le flipa la montaña, a Luis el fútbol y a Tessa irse de museos. Nos parecemos poco y eso ha hecho que aprendamos de lo nuevo que aporta cada uno, nos sorprendamos con ideas que no se le habría ocurrido al otro y consigamos mejores resultados trabajando juntos.
Porque aquí nada de llevar cafés. Aquí nos hemos puesto en juego. Sabemos a ciencia cierta que hemos aportado valor en los proyectos porque nos han dado la libertad, y la responsabilidad, para ello. Nos han dado cancha para probar, fallar rápido, y aprender en el proceso. Siendo tres perfiles tan dispares, hemos fallado por tres, pero hemos aprendido por diez.
Cuando nos acercamos a un sitio nuevo no sabemos si vamos a estar cómodos y tendemos a pensar: “Ojalá haya gente como yo”. Buscamos la zona de confort, saber que no podemos hacerlo mal y no meternos en apuros. Después de estos meses trabajando en Igeneris, además de haber aprendido acerca de negocio, innovación y contacto con cliente, hemos empezado a pensar diferente, rodeados de gente con perfiles distintos. Ahora, frente a una puerta nueva, pensaremos: “Ojalá todo sea nuevo por conocer”.
